A caballo
Previamente es aconsejable haber realizado el Camino en coche para concertar las cuadras y lugares de pernocta del animal, así como para ir dejando el pienso suficiente para cuando se llegue.
Es imprescindible llevar al animal asegurado, pues tanto al tráfico rodado como la expectación que provocan los caballos a las gentes en las poblaciones son ocasiones propicias para cualquier percance; amén que el caballo no aproveche algún descuido del jinete para comerse la mejor flor del lugar o meterse en mitad del cereal.
Peregrinar a caballo tiene tres fases, siendo la tercera de ellas la propia de realizar el Camino:
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